Comentarios sobre el informe sobre las diferentes manifestaciones de violencia contra las mujeres y las niñas en el contexto de la reproducción subrogada, presentado por Reem Alsalem, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, sus causas y consecuencias (A/80/158)

Acogemos con satisfacción la iniciativa de la Relatora Especial de poner en primer plano los derechos de las mujeres en la gestación subrogada, junto con los derechos de los niños y niñas, siguiendo las recomendaciones ya formuladas por la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la venta y la explotación sexual de niños en sus informes de 2018 y 2019. Nuestra organización, Child Identity Protection (CHIP), reconoce que los derechos de las mujeres y los derechos de los niños y niñas constituyen conjuntamente el componente clave de los derechos humanos en cuestión en la gestación subrogada. La nota informativa de CHIP de 2023 afirmaba que “dada la naturaleza de la relación entre la madre gestante y el niño o niña al que da a luz, la protección de los derechos humanos del niño o niña depende, en gran medida, de la protección de los derechos de la propia madre gestante”.[1] Por lo tanto, la privación de los derechos del niño o niña en la gestación subrogada puede considerarse, en parte, como una consecuencia de la violación de los derechos de la mujer. El objetivo de esta nota es invitar a la Relatora Especial a examinar las cuestiones que se exponen a continuación y que pueden merecer una reflexión y/o aclaración más profundas.

[1] Véase: https://www.child-identity.org/es/los-derechos-de-los-ninos-y-ninas-en-la-gestacion-subrogada/.